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sábado, 30 de octubre de 2010

Días como estos.

Hoy me he levantado y he pensado: "creo que me voy a pegar un tiro".
Sí, hoy es uno de esos días en los que se acumulan todas las cosas estúpidas y que odias... para empezar, ayer por la noche le dije a mi madre "Mamá, buah, mañana me voy a levantar a las dos de la tarde! ... claro que al final me levantaré a las nueve...". Llega la mañana, me despierto un poquito sobre las nueve menos algo (la costumbre de ir al instituto supongo) y ... "PUM, PUM, PUM, PUM" los vecinos de arriba dando martillazos hasta ahora, odio tener razón.
Para continuar, al levantarme, me he dado con el dedo meñique del pie izquierdo en la esquina de la cama y aún me duele, llevo casi dos horas para intentar grabar un video y todavía no he conseguido estar contenta con él y cuando he ido a leer la prensa online, más concretamente, "El País" me he encontrado con una noticia que me ha dejado atónita. Aquí era donde yo quería llegar.

Resulta que el presentador y "escritor" (nótese que esta entre comillas) ha publicado en su nuevo libro que paso de nombrar, el nombre no acompaña, según él una anécdota no real... casualidades de la vida que el resto del libro sea una narración completa de su estancia en Tokio pero esa parte no... en fin, al tema. En la página 164 de su libro, textualmente dice que cuando salió del metro "se topó de frente con unas lolitas de esas -ahora hay muchas- que visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda..." y después añade: "Las muy putas se pusieron a turnarse". Y afirma: "Las delincuentes eran ellas y no yo".
Resumiendo, que según él, se tiró a las niñas de 13 años no por voluntad propia, y alardea de ello en el libro y en diferentes lugares porque el delito está ya prescrito porque le mola inventarse "anécdotas irreales" ¿verdad?, ya lo entiendo, ya.
De esto no sé si puedo sacar una conclusión clara, sólo puedo decir que, por desgracia, cada vez hay más energúmenos sueltos por este mundo... Viva el progreso.
Os adjunto la noticia por si queréis leer más: Noticia desde El País

Caso a parte quería comentar que hoy es Halloween, o como lo llama mi madre "Jalogüei", siempre la tendré que dar las gracias por inventar una palabra que es mucho más complicada de pronunciar que la original... así que nada, hoy me despediré de manera un poquito más especial: "BU!"

Sara Maceira Gutiérrez.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Asco, profundo asco.

Hoy estaba navegando por Youtube, de repente recordé que por la tarde había visto en SLQH una noticia sobre Barrio Sésamo y Katy Perry.
La historia era que, la chica había ido al programa a hacer una colaboración cantando para los niños, hasta ahí todo bien. El video fue subido al canal de Youtube de Barrio Sésamo, pero tras unas pocas horas en la red, asociaciones de padres llamaron a la productora del programa quejándose de que la chica iba "poco vestida" y que ese video no podía emitirse para un público así, con la consecuente retirada del video del canal de Youtube y su no-emisión en el programa.
Y aquí viene mi queja, ¿cómo es posible que padres se quejen por que una chica que canta, ídolo de muchos jóvenes, lleve un vestido con un poco de escote (que para matizar, ni siquiera elige ella) y monten todo este paripé? realmente no lo entiendo, porque, reflexionemos:
"Cada día nuestros hermanos/hijos/primos/niños en general ven a gente en la televisión, en horario infantil, programas del corazón en la que se saca la mierda de la gente famosa, escenas bastante poco adecuadas para este público, colaboradores de programas insultándose, y un largo etcétera... ¿aún os quedan ganas de quejaros porque una chica lleve un poco de escote en un vestido? Sinceramente, la sociedad que están creando este tipo de programas, me da asco, que haya quejas contra cosas estúpidas, me da asco, pero más asco me da que nosotros estemos dando bola a estas cosas, yo personalmente no sería capaz de mirarme al espejo incluso haciendo la cuarta parte de lo que ellos..."


Sara Maceira Gutiérrez.
ARG.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Un poco de publicidad nunca viene mal.

Realmente hace mucho que no me paso por aquí a comentar algo decente... no os ilusioneis, hoy no voy a hacer una excepción.
Mi imaginación decae, será cosa de estudiar... pero en fin, la verdad quería contar un poquito sobre mi nuevo proyecto, de hará un mes hacia aquí que empecé y... no está yendo mal, sé que entre 100 y 400 visitas en un video subido a Youtube no es el gran éxito del año pero por algo se empieza y como no sé qué contaros, os voy a explicar un poquillo de qué va esto que me he propuesto hacer.
Básicamente pretendo hablar de temas normales y corrientes, de los que todo el mundo habla, ha hablado, o simplemente ha oído o sufrido... en fin, normales y corrientes como ya dije. Desde una presentación en plan chorra, a tratar cosas raras, pasando por anunciar mi cumpleaños en el mismo plan y hablar sobre los mosquitos, de todo un poco, siempre intentando darle un toque irónico y gracioso a temas serios... o a temas.
Y como ya digo que últimamente estoy perdiendo práctica en esto de escribir, paso directamente a presentaros los videos (inserto y pongo link por si no funciona lo de insertarles):

Presentación:



El verano y los mosquitos:


Mi cumpleaños:



Cabecera hecha por mí:



Mis 10 secretos:


Absurdeces, entre otras cosas:



Y bueno, eso es todo, espero que os paséis por mi canal de Youtube, si os gusta os sucribis y comentais, y ya de paso, si hacéis publi pues mejor que mejor... nunca viene mal la ayuda eh!

Sara Maceira Gutiérrez.

ARG.

domingo, 29 de agosto de 2010

Increíble y asqueroso... pero cierto.

Basándome en el título de un libro llamado "Increíble pero cierto" he decidido escribir algo sobre esto, con la pequeña diferencia del cambio de título adaptado al contenido de lo que voy a tratar.
Os preguntaréis por qué he decidido titularlo así, pues bien, seré breve y concisa: "Porque lo que voy a tratar es tan asqueroso como imaginarte a Falete corriendo una maratón y tan increíble como ver a la bruja Lola peinada". Me supongo que con esta aclaración ya hayáis conseguido haceros una idea, pues a ello voy.
Como aún no tengo la ventaja de poder conducir, siempre que viajo es de copiloto en el coche, así que imagino que al no tener nada más que hacer a parte de escuchar los cassettes de coplas de mi padre, miro por la ventana y me fijo en los detalles de ahí fuera.
Algo de lo que más me llama la atención es que, las personas que superan los 65 años (aunque no todas, claro), nunca miran al cruzar la calle... es cierto que los coches debieran parar pero, ¿y si un día no paran? pues se cumpliría mi dicho particular de "éramos pocos y murió la abuela" (hoy tengo el día de cambiar las cosas).
Pero más que nada a lo que quería yo referirme hoy es a esa situación tan desagradable que sufrimos todos alguna vez en la vida. Vas tranquilamente en el coche y derrepente el semáforo cambia a rojo, un coche se para junto al tuyo y como tenemos esa naturaleza tan cotilla de comprobar y analizar en profundidad al que va en el coche éste pues, te llevas la sorpresa de encontrártele hurgándose la nariz con ansia mientras temes que en cualquier momento le salga el dedo por el ojo, sin faltar el momento, claro, en el que esa persona también te mira sin inmutarse y sigue en su faena... ¿no se dará cuenta de que es realmente asqueroso?... en cierto modo nos está bien empleado por cotillas.

Estos momentos de inspiración para escribir me vienen en el momento más indicado, si no es por la noche, es cuando debería estar estudiando... así que dejo esto y ahí os quedáis.

Sara Maceira Gutiérrez.
ARG.

viernes, 27 de agosto de 2010

El verano y los mosquitos.

El verano… esa estación del año en la que sudas como un cerdo, llueve a la vez que hace calor (lo que te impide taparte a gusto de la lluvia), en la que vuelven los mosquitos cual turrón por navidad… pero el verano también tiene cosas buenas, te trae alegrías como por ejemplo las vacaciones, el buen tiempo para ir a la playa, las ensaladitas frescas, los paseos por la noche… los guiris rojos como cangrejos luciendo sandalias con calcetines (puede que a esto último no le veáis la parte positiva, pero creedme que la tiene. ¿Tú cuando ves esto no te ríes y te alegras aunque sea un poquito? Pues eso).
Volviendo al tema de los mosquitos, que es de lo que quería yo hablar. Creo que a esto no le puedo buscar aspectos positivos… los mosquitos, esos insectos tan pequeños, tan oportunos, tan raros… tan, tan, tan… sí, tan toca huevos. No quería entrar en insultos a las criaturas pero no lo puedo pasar por alto.
Imaginemos esta situación: “Llegas a las 10 de la noche de un duro día, pues has estado en la playa y con lo que cansa eso… te metes en la ducha, cenas y ahora que ya estas a gusto, te vas a ver la tele y después te metes en la cama. Al principio cuesta pillar postura, cuando lo consigues y empiezas a atontarte… bzzzz… pasas de ello pero a los 30 segundos vuelves a oír bzzzz, te tapas la cabeza con la sábana pero 1.hace calor y 2.te ahogas al cabo de 2 minutos, te destapas… bzzzzzzz, de repente para el sonido y lo primero que haces es espantar cerca de tu cara porque crees que el maldito bicho está intentando picarte… al final consigues dormirte y solo pueden pasar dos cosas: que te duermas, no vuelvas a tener noticias de la criatura pero a la mañana siguiente te levantes con un picotazo o que el mosquito dichoso te despierte a las 3 de la mañana, y así, sucesivamente, pero bueno, eso ya depende de si el mosquito es o no considerado.”
Una cosa curiosa de la que me he enterado es de que los mosquitos que pican son las hembras pero que el sonidillo este le hacen todos, es decir, que si por una casualidad, tienes la ventana abierta y se te cuela un mosquito macho, y por la noche te molesta… ¡ES POR VICIO! Será posible… entiendo que la hembra quiera buscar su comida, y ya de paso por molestar, te pasa por la oreja ¿no? Pero es que ya lo del macho es para tirarse de los pelos… aunque ahora que lo pienso ¿Cómo se distingue a un mosquito macho de uno hembra? ¿Le dejo que se me pose y su me pica era hembra sino era macho?... porque si tienen algo, llamémoslo más a la vista, si que hay que ver bien… claro que no tengo tiempo para pensar si el bicho es bicho o bicha (sí, sé que no existe ese palabro pero si una vez alguien habló de los miembros y las miembras del parlamento ¿por qué yo no? Así que no me lo pienso dos veces y le estampo contra la pared o le asesino sutilmente con un spray que cualquier día me mata a mí también.
No quiero extenderme más, últimamente tengo fijación por levantarme de la cama en plena noche a escribir y no quiero que se convierta en costumbre, además es verano, y claro, hay mosquitos… no seré yo quien les quite la ilusión de molestar a alguien esta noche, ahí os quedáis.

Sara Maceira Gutiérrez.
ARG.

domingo, 22 de agosto de 2010

Reflexiones sobre cuándo caminar a oscuras es un problema.

Todos sabemos el serio problema que supone andar a oscuras por cualquier sitio, debería estar prohibido, es una amenaza para la salud pública. Podemos encontrarnos diferentes situaciones y, obviamente, lugares donde encontrar un problema con la dichosa luz apagada.
Primeramente, ¿por qué hablar de esto?, no tengo ni la más mínima idea, hay quien habla de fútbol, de moda, de cine, de famosos… pues yo me he dicho: “ya que estamos, vamos a hablar de luces apagadas…” si total, después de ver la gran originalidad y calidad en el mundo, sin nombrar la capacidad, claro está, por ejemplo de los programas de TV, salvo excepciones, y la gran aceptación que tienen (nótese que la primera frase era totalmente irónica), ya me atrevo a escribir cualquier cosa. No nos subamos por la ramas, que el árbol es viejo y cascan, bueno, eso y que entre otras cosas son las dos de la mañana…
Bien, uno de los grandes problemas de andar a oscuras es, básicamente, que no ves. No tiene más vueltas, es decir, tu apagas la luz, y… no ves. Claro que tiene sus consecuencias eso de no ver, pero el efecto de una luz apagada es ese (luego está la excepción de quien se siente sobrenatural y finge que ve… después vienen las narices rotas y le echan la culpa a la pared… pobre, como si se moviese).
Uno de los principales efectos, llamémoslos secundarios de esta situación son los golpes con la maldita pata de la cama, es curioso, porque tienes un gran espacio para moverte que pertenece a todo lo que es debajo de la cama, y una pequeña parte ocupada por las patas, y sí, eres tan sumamente gafe de toparte con ella… cosas de la vida supongo, y espero, porque si realmente hay alguien que controla esas cosas, da que pensar de cómo puede existir una mente tan maléfica como para mandarte al desdedamiento (no sé si esa palabra sale por algún lado pero yo la pongo, si total nadie se va a enterar ¿no?).
No sólo este tipo de desgracias a oscuras ocurren en casa, qué va… siempre existe el maldito prado al que los vecinos llevan a pasear a los perros… que comerán gloria pero… resumiendo, que tú vas tan feliz paseando de noche, contemplando el bonito cielo despejado (no creo que seas tan masoca de r a pasear de noche cuando caen chuzos de punta ¿verdad?) y sus constelaciones, que sinceramente nunca he conseguido identificar… y plof, miras hacia abajo y te das cuenta que estás sobre una pastelada de perro… ¿qué haces, te cagas en el dueño, en el perro o te consuelas con la típica paranoia de que da suerte?.
El problema es que los zapatos caros (o bueno, la imitación tan parecida que te compraste en los chinos) tiene una pedazo de cagada en la suela, y ahí es cuando piensas “la he cagado”, mal pensado, fue el perro, pero caso aparte… vuelves a casa con el regalito ahí pegado y de paso vas dejando el rastro por toda la escalera, y cómo no, el olorcillo en el ascensor, eso no puede faltar…
Creo que podría seguir extendiéndome más sobre este apasionante tema pero, sinceramente, es viernes, y como dijo mi sabio ídolo Ángel Martín, “los viernes solo trabajan los gilipollas” así que, esto ya pasa de hobby. Ahí os quedáis.



Sara Maceira Gutiérrez.
ARG.

domingo, 4 de julio de 2010

Aquellos años...

Cuando yo tenía seis años me levantaba a las 8 de la mañana para ver aquellos dibujos que tanto me gustaban, y me daba igual si un capítulo era repetido, si no había efectos especiales, si los personajes eran raros, o si era irreal… eran dibujos y a mí me encantaban, ¿qué importa el resto?.
Bueno, ¿qué ha sido de esos niños que se iban a la cama a las diez porque si no el coco les comía? O ¿qué me decís de cuando nuestras madres nos decían que comiésemos eso que estaba tan asqueroso y nos castigaban sin salir si no lo hacíamos o nos daban un azote en el culo?, ahora si una madre te advierte con algo así el niño la denuncia por amenaza, si le da un azote en el culo, por maltrato… y ahora ya no se levantan a las 8 de la mañana para ver los dibujos, ahora duermen hasta las dos del mediodía porque se acuestan a las doce de la noche viendo programas del corazón y bajo la amenaza de que Marujita Díaz va a venir con Dinio y Belén Esteban a inyectarle botox… ahora no se regalan las cosas simples de antes, tienen que ser Play Station de última generación, muñecas con los morros grandes que se dejan hacer cosas en el pelo y pintar las uñas… ahora a los once años se fuman porros, se salen los sábados (y los viernes, y los domingos…) hasta altas horas de la noche, se emborrachan y quién sabe lo que deriva de ahí… ahora no se leen comics, sólo el Hola!, el Diez Minutos, Cuore, etc… ahora se ponen piercings en cualquier parte del cuerpo y tatuajes cuando aún no se les han caído los dientes de leche… ahora todo ha cambiado, tengo dieciséis años y me diréis que no se de lo que hablo, que aún no he madurado, pero al contrario, lo veo mucho más de cerca… hace nada yo estaba en ese lugar y nunca pensé que todo cambiaría tanto, y tan rápido.
Sinceramente no sé qué sentir, qué pensar sobre ello… pero me da pena, vergüenza y rabia por no poder hacer nada, te planteas qué es lo que pasará cuando en un futuro tengas hijos y crezcan con todo eso alrededor, pero como dicen, la esperanza es lo último que se pierde, y a mí aún me queda un poquito pensando que todo volverá a la normalidad, en la que los niños tienen su infancia sin estar corrompida.

Sara Maceira Gutiérrez.
ARG.