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domingo, 29 de agosto de 2010

Increíble y asqueroso... pero cierto.

Basándome en el título de un libro llamado "Increíble pero cierto" he decidido escribir algo sobre esto, con la pequeña diferencia del cambio de título adaptado al contenido de lo que voy a tratar.
Os preguntaréis por qué he decidido titularlo así, pues bien, seré breve y concisa: "Porque lo que voy a tratar es tan asqueroso como imaginarte a Falete corriendo una maratón y tan increíble como ver a la bruja Lola peinada". Me supongo que con esta aclaración ya hayáis conseguido haceros una idea, pues a ello voy.
Como aún no tengo la ventaja de poder conducir, siempre que viajo es de copiloto en el coche, así que imagino que al no tener nada más que hacer a parte de escuchar los cassettes de coplas de mi padre, miro por la ventana y me fijo en los detalles de ahí fuera.
Algo de lo que más me llama la atención es que, las personas que superan los 65 años (aunque no todas, claro), nunca miran al cruzar la calle... es cierto que los coches debieran parar pero, ¿y si un día no paran? pues se cumpliría mi dicho particular de "éramos pocos y murió la abuela" (hoy tengo el día de cambiar las cosas).
Pero más que nada a lo que quería yo referirme hoy es a esa situación tan desagradable que sufrimos todos alguna vez en la vida. Vas tranquilamente en el coche y derrepente el semáforo cambia a rojo, un coche se para junto al tuyo y como tenemos esa naturaleza tan cotilla de comprobar y analizar en profundidad al que va en el coche éste pues, te llevas la sorpresa de encontrártele hurgándose la nariz con ansia mientras temes que en cualquier momento le salga el dedo por el ojo, sin faltar el momento, claro, en el que esa persona también te mira sin inmutarse y sigue en su faena... ¿no se dará cuenta de que es realmente asqueroso?... en cierto modo nos está bien empleado por cotillas.

Estos momentos de inspiración para escribir me vienen en el momento más indicado, si no es por la noche, es cuando debería estar estudiando... así que dejo esto y ahí os quedáis.

Sara Maceira Gutiérrez.
ARG.